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AUTISMO: CAUSAS Y MANEJO


El autismo no es una enfermedad sino un síndrome clínico, presente desde los primeros meses de vida y que incluye alteraciones en conducta, comunicación verbal y no verbal e interacción social y emocional anómala; es un trastorno infantil que tiene una mayor incidencia en niños que en niñas.

El autismo representa una disfunción o alteración de uno o más sistemas cerebrales, aún no bien identificados y en la mayoría de los casos los rasgos autistas persisten toda la vida, pero el pronóstico del trastorno varía desde mínimo o nulo lenguaje y pobres capacidades para la vida diaria, hasta el logro de grados universitarios y funcionamiento totalmente independiente.




¿Cuáles son las causas y el diagnóstico del autismo?

Algunas teorías psicológicas abordadas a mediados del siglo XX, intentaron sustentar una de las causas del autismo como una falta de afectividad en la infancia, donde se ha relacionado con una educación sostenida por padres distantes, fríos y demasiado intelectuales.

Sin embrago, hasta la fecha, la causa real del autismo sigue siendo desconocida, pero en la actualidad expertos han propuesto, dividir el autismo en primario y secundario con el fin de facilitar su entendimiento.

Con respecto al autismo primario, los datos apuntan hacia múltiples causas, en la cual la influencia genética es de importancia vital, pero no es la única. En los casos de tipo secundario, explican entre 10 a 30% del total de pacientes y entre las posibles causas destacan la esclerosis tuberosa, rubéola intrauterina, Síndrome X frágil, Síndrome de Cornelia de Lange, Síndrome de Angelman, encefalitis por herpes simple, fenilcetonuria, uso de fármacos durante el embarazo, etc. También, los Procesos bioquímicos básicos, demuestran un exceso de metales pesados y de secreción de serotonina en las plaquetas de los autistas.

Para su diagnóstico se debe tener en cuenta:



     -     Se recomienda que todos los niños con retardo del desarrollo, particularmente aquéllos con retardo en el desarrollo social y del lenguaje tengan una evaluación audiológica formal, con el fin de descartar el autismo.
-   El examen genético no es un método rutinario de estudio en los autistas, al igual que el tamizaje metabólico, porque menos de 5% de los pacientes tendrán una alteración metabólica subyacente.
-          El electroencefalograma no muestra ningún hallazgo específico y en los casos que presentan epilepsia se pueden encontrar mínimas alteraciones o incluso, puede ser normal.
-          Los estudios de Neuroimagen no son indispensables en todos los casos. En aquéllos en los que se sospecha autismo secundario, los estudios de Neuroimagen son útiles en busca de una etiología definida, sobre todo si hay sospecha de esclerosis tuberosa, lesión hipóxica neonatal, secuela de encefalitis, etc. Por el contrario, en los casos de autismo primario, la tomografía axial computada (TAC) encefálico no muestra alteraciones específicas.
-          La combinación de alteraciones del lenguaje, conductas restringidas y estereotipadas y alteraciones en el contacto social, debería dejar pocas dudas sobre el diagnóstico, sin embargo, es muy común en la práctica encontrar niños con un cuadro claro de autismo en el que el diagnóstico no se ha establecido.

Síntomas que indican que el niño es autista


-          Acentuada falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
-          Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.
-          Ausencia de capacidad de imitación.
-          Ausencia de juego social.
-          Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
-          Marcada anormalidad en la comunicación verbal y no verbal.
-          Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación.
-          Anomalía en la forma y contenido del lenguaje.
-          Movimientos corporales estereotipados.
-          Preocupación persistente por parte de objetos.
-          Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.
-          Insistencia irracional en seguir rutinas con todos sus detalles.
-          Limitación marcada de intereses, con concentración en un interés particular.
-          El autista también experimenta dificultades importantes para comprender el lenguaje gestual o mímico, es decir no comprende adecuadamente las expresiones faciales o corporales de enojo o de felicidad.
-          Se han reportando también alteraciones como hiper o hiposensibilidad a estímulos (auditivos, visuales, táctiles, etc.)
-          Con frecuencia muestran mal control de impulsos, agresividad verbal y física y autoagresividad.
-          Con respecto al nivel de inteligencia existen grandes variaciones, que van desde deficiencia mental profunda hasta inteligencia superior.
-          Por otro lado, los niños autistas típicamente tienen mucho mejores capacidades no verbales que verbales.
-          Algunos autistas pueden tener capacidades superiores en un estrecho margen de habilidades (por ejemplo: cálculo, memorización automática, solución de rompecabezas o memoria verbal), en presencia de una incompetencia total en otras áreas.
-          El nivel de coeficiente intelectual juega un papel pronóstico muy importante y se ha comprobado que la mayoría de aquellos que logran desarrollar un lenguaje comunicativo y un buen nivel de autonomía son aquellos con un IQ más elevado.
-          Existen dos condiciones que se asocian al autismo con bastante frecuencia: la epilepsia y el trastorno por déficit de atención e hiperquinesia (Hiperactividad)

Tratamiento


-          El autismo no tiene curación. Hasta ahora, no existe ningún tratamiento específico o curativo para el autismo. Los tratamientos existentes pueden dividirse en farmacológicos y psicopedagógicos.
-          El apoyo familiar es de gran utilidad. Los padres deben saber que la alteración autista no es un trastorno afectivo relacionado con la crianza.
-          Es recomendable buscar y mantener contactos con asociaciones para padres de niños autistas, en el caso de Colombia se encuentra la Liga Colombiana de Autismo (http://www.ligautismo.org/). Hay considerar también el tratamiento farmacológico, que deberá estar indicado por un médico especialista. Los medicamentos más utilizados son:
·         El Haloperidol puede ser útil para disminuir la impulsividad y agresividad, además de la labilidad emocional. Sus posibles efectos colaterales son tempranos y tardíos como temblores o movimientos involuntarios, sedación excesiva.
·         La Sertralina tiene buenos resultados en disminución de pensamientos repetitivos, conducta ritualista y maladaptativa, así como disminución en la agresividad, además de mejoría en el uso de lenguaje y la conducta social, aunque se señala que el efecto benéfico puede ser sólo transitorio.
·         Antipsicóticos como la risperidona (Risperdal®) y aripiprazol(Abilify®), pueden ayudar a reducir la agresión, hiperactividad, autolesión, y el sufrimiento emocional. Se reportan efectos secundarios tales como: aumento de peso, mucho sueño, temblores y movimientos anormales.
·         Un medicamento para tratarla hiperactividad llamado metilfenidato (Ritalin®) no se han estudiado lo suficiente para saber si ayudan a tratar los síntomas.
-          Dieta libre de gluten y caseína: consiste en restringir al niño alimentos que tengan estos compuestos, los cuales se encuentran en las harinas de trigo y los lácteos. Aunque sus resultados son favorables solo en algunos casos, es una buena opción por no tener efectos secundarios.
-          Quelación. En este tratamiento se usan sustancias que eliminan los metales pesados del cuerpo, que algunos consideran causantes de autismo, aunque la investigación tampoco la respalda porque estos productos implican problemas graves de seguridad que pueden causar daño grave, que puede consistir en deshidratación, insuficiencia renal y hasta la muerte.
-          La terapia psicopedagógica juega un papel central en el tratamiento de los autistas. El manejo más aceptado actualmente es el inicio del tratamiento lo más temprano posible, intensivo y de tipo multimodal como por ejemplo:
·         Terapia del habla y el lenguaje.
·         Terapia musical.
·         Terapia ocupacional.
·         Acupuntura.
·         Terapia con masajes.
·         Sistema de comunicación con intercambio de imágenes.
·         Enseñanza prelinguística receptiva en ambiente natural.
-          La musicoterapia: El uso de la música como medio terapéutico se está aplicando a diversos tipos de problemas psicológicos, psiquiátricos, sensoperceptivos y neurológicos. Sus promotores sostienen que mediante la audición de la música, el canto, el ritmo y el uso de instrumentos musicales, los niños con autismo mejoran su interés y capacidad comunicativa, la coordinación e integración motora y sensorial, las habilidades de reconocimiento de gestos y de imitación, el aprendizaje social de ciertas respuestas dentro de un contexto social, toleran más el contacto físico, bajan los niveles de ansiedad y de conductas auto estimulatorias, desarrollan la memoria auditiva y aprenden conceptos específicos, como etiquetar, numerar y de asociación.
-          La zooterapia: El tratamiento del autismo utilizando animales como los delfines, los caballos, los perros, palomas, hurones y otros, ha venido mostrando eficacia para mejorar habilidades motoras, el lenguaje, las conductas, los estados emocionales y la comunicación social de los niños a quienes se aplica. El vínculo que se establece entre el animal y el niño es la base para el desarrollo de las mejorías que se producen en éste. Los animales que se utilizan deben tener las características y el entrenamiento adecuado para que puedan servir de agente terapéutico sin que haya peligros para el niño.
-          Potenciar Ambientes  altamente estructurados (lugar y tiempo), lo que no quiere decir rígido. Estructurado hace alusión a un ambiente organizado, donde el niño puede orientarse sabiendo cómo es la secuencia de actividades, para lo cual se deben utilizar como apoyos los horarios escritos y los calendarios. Dentro de la organización hay cabida para cierto grado de flexibilidad de acuerdo a los intereses del alumno y a su fatigabilidad.

¿Qué pueden hacer los padres?


Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar al pediatra para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas educacionales apropiadas.
Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes, de manera que se sientan bien consigo mismos. 
La disfuncionalidad familiar previa o causada por la nueva circunstancia, será motivo de exponer a los familiares la necesidad de una consejería o una terapia para todo el grupo.

Familia Sana
Familia Disfuncional
Una clara definición de roles.
Conflictos maritales persistentes.
Normas bien establecidas y definidas.
Padres con conceptos erróneos sobre crianza y educación.
Relaciones basadas en la confianza, el respeto mutuo y la generosidad.
Estilo disciplinario autoritario por parte de los padres. En estos casos las normas se imponen de forma dictatorial, sin posibilidad de explicaciones o diálogo.
Ejercicio de la autoridad parental de manera firme, consistente y humana.
La comunicación verbal acostumbra a ser escasa y muy pocas veces de signo positivo; más bien está basada en la crítica humillante, los mandatos, la hostilidad.
Ausencia de violencia física o psicológica. Tolerancia y paciencia.
El contacto afectivo entre los miembros de la familia no existe o se da raras veces de forma más bien superficial.
Comunicación frecuente y afectuosa.
El clima del hogar tiende más al caos que a la armonía y la disciplina es inconsistente. En situaciones en las que viven muchos adultos en la familia, la interferencia y la desautorización en la aplicación de las normas es algo común
Fomento de la independencia en los hijos.
Aceptación de las diferencias individuales y del valor propio de cada uno de los miembros.
El ajuste de los adultos tutores a los cambios evolutivos del grupo familiar es menos eficiente y hay resistencia al cambio a medida que los hijos van creciendo.
Capacidad para superar rápidamente las crisis que pueden originarse en el proceso de crecimiento y desarrollo familiar.
La vida social de la familia como grupo no existe o es precaria, relacionándose cada miembro con su propio círculo por separado. Más bien se evita el salir juntos.

Adaptación a los cambios producidos por ese proceso.
Apertura al mundo exterior pero conservando la idiosincrasia familiar.

En caso de que un niño con autismo tenga que vivir en una familia disfuncional, las consecuencias que pueden esperarse son:
  • -          Poco compromiso con las actividades que el niño requiere para superar sus limitaciones.
  • -          Incapacidad o desinterés para cumplir en casa las acciones educativas programadas.
  • -          Resistencia a hacer cambios.
  • -          Poco progreso del niño en su funcionalidad.
  • -          Posibilidad de trato inadecuado y por tanto de sufrir enfermedades adicionales con más frecuencia.
  • -          Aislamiento social de la familia con lo que se resta al niño experiencias más abarcadoras.
  • -          Cambios constantes de centros de atención o abandono total de las mismas.
  • -          Inasistencia del niño a la escuela cuando haya sido incluido.
  • -          Desarrollo por parte del niño afectado de conductas inadecuadas o estados emocionales alterados.





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